TENISTAS ESPAÑOLAS

Tras los triunfos masculinos de lustros recientes quedó la figura de Nadal para endulzar las noticias de los telediarios. Cuando el mallorquín  ha empezado a sufrir los achaques que acosan a los jugadores  a punto de rebasar los mejore años (cumplir los 28/29  aniversarios), nuestras teles comienzan a sustituirle  por las chicas, que, como las  guerreras de otras competiciones -- baloncesto, balonmano-- ganan, pero además según nuestros comunicadores, son previsiblemente las absolutas vencedoras de todas las semi-finales o finales en que participan.

Ahora bien,  Garbiñe Muguruza y Carla Suarez alcanzan, pero no llegan y es que para ser campeona de los grandes torneos hace falta aún más rodaje -- que se lo pregunten a Hingins y a Mirza.  Sería magnífico que dejaran crecer a las nuestras y el periodismo deportivo televisivo cesara de anticipar victorias que todavía están por llegar. ¿Por qué no se rinden de verdad a Carolina Marín que tiene 22 años ya consagrados como campeona de un deporte que la prensa a veces se abstiene de nombrar? ¿Será porque les parece menor, como el squash o el pádel que el  Presidente Aznar gustaba jugar  cuando veraneaba en Oropesa?

Claro, excusarán que el tenis no es lo mismo que el deporte indio. Siempre la cuestión del tamaño, no del esfuerzo.

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