HORRORES
EN LA PRENSA
La prensa viene dedicándose a contar
cuanto sucede en Madrid o Barcelona casi con exclusividad. Las
noticias del resto del territorio se relacionan con catástrofes, crímenes horrendos y, por supuesto, la
corrupción rampante sin dejar de aburrirnos con el soniquete político.
Lo de los sustos y horrores es un vicio;
por ejemplo, ya no puedes ir tranquilo a una piscina sin pensar que puedes
aspirar la ameba comecerebros que al poco te dejará tan lamido como
estirado. Comentaron que un cuadro de Bansky se autodestruyó después de haberse
vendido por un millón de euros y lo compensaron con otra noticia sobre la
aparición de un pequeño oleo de Goya, Visión
fantasmal, con perfil, volumen y cuernos adornando a un fantasma que meterá
miedo en el Jalogüín.
El horror ya no es inglés; ahora reina en
España. Te vas a bañar en la playa y te saltan seres vociferantes de las olas.
Vas al cine y te sientes aherrojado al asiento por las imágenes que te
envuelven al poco de empezar la función. Acudes al Bernabéu y parecen de vuelta
los tiempos de Barinaga; el Madrid ya no tiene quien marque un gol. Invitas a un amigo a copas en casa y ¡cuidadín!
¡cuidadín!...
Anne Wojcicki, cofundadora y directora
ejecutiva de 23andMe, compañía de
genómica personal y biotecnología, relata (en El País (8/10/18) que humanos y especies estamos hechos de la misma
combinación de los cuatro elementos químicos
de nuestro ADN: adenina, citosina, guanina, y timina (ACGT).
Ahora bien, mientras existe un 0,5 por ciento de diferencia entre nuestro ADN y
el de cualquier otra persona del planeta, unos pocos y simples cambios en los
elementos y tu ACGT podría haber sido el de tu vecino o el de una banana. ¿Sería
peor nacer bellota con destino al hocico de
un cerdo?
Además la prensa desvela otras cosas
flipantes. Si El País (12/10/18) trae
la noticia horrorosa de que varios estudios han identificado la edad exacta de
cuando hombres y mujeres seremos infieles (casi siempre a los 7 años de empezar
una relación de pareja y, después, cuando un 9 se mete en nuestros cumpleaños), te das una vuelta por la India,
te subes a un autobús y te quedas engrifado viendo como el conductor se toma un
descanso y deja que un mono conduzca diez minutos con el plácet de los viajeros…
La prensa no descansa y el país ha desarrollado un gusto por el horror y el alarmismo. Y cuando
el horror sobreviene de verdad parece que algunos se frustran porque el Leslie
no fue lo voraz que se suponía cuando en Mallorca, Málaga, el Mediterráneo y quienes viven cerca
del Ter sí que han
conocido el horror y padecido el terror.