…y le lanzaron una bolsa de orín

Chris Froome nació en Kenia y a partir de los 15 vivió en Sudáfrica. Se hizo inglés en el año 2008. A sus 30 años anda calvorota, pero conserva cara de jovencito y sube las cuestas como un caballo de batalla al galope tendido. Hace un par de días dijo: “Un fan me tiró una bolsa de orina y me llamó dopado. Resultó extremadamente decepcionante y censurable a muchísimos niveles”. ¡Qué  hacer! Seguro que no entendió bien el envío. Froome debería conocer las virtudes de la orinoterapia y agradecer regalos tan estupendos  para la guerra antibactericida.

La Wikipedia dice que algunos franceses empapan calcetines en orina y los enrollan alrededor del cuello para curar la faringitis. Entre nosotros es un remedio popular contra la picadura de las medusas. La orina está compuesta de elementos orgánicos e inorgánicos como  sal, potasio, calcio, sodio, cobre, flúor, yodo, hierro, zinc, magnesio, ácido fosfato, ácido sulfúrico, etc., etc., y es rica en vitamina A, B, C, y aminoácidos que la hacen magnífica para contrarrestar esos catarros que se pillarán en los Alpes.